Cuando Kauka fue traído al Centro de Tchimpounga , todavía no podía caminar. Llegó con fiebre, diarrea y desnutrición. El personal de Tchimpounga pasó incontables noches y días cuidándolo para que sobreviviera. Arribó en tal estado de deshidratación que las cuidadoras decidieron bautizarlo “Kauka”, que significa “seco” en la lengua local. Después de la obligada cuarentena bajo la supervisión de las cuidadoras, Kauka fue integrado en el grupo de los más pequeños y rápidamente recuperó fuerzas y autoconfianza. Bichica, una chimpancé joven que se mostraba muy interesada en las crías huérfanas que llegan a Tchimpounga, escapó un día de su grupo sin que nadie la viera y se metió en la instalación de las crías para jugar con ellas, especialmente con Kauka, ¡que se transformó en su bebé favorito, al cual hacía grooming y cargaba en la espalda!
Descubre el pasado, el presente y el futuro de Kauka en el siguiente video:
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